Corazoncitos

martes, 14 de abril de 2015

Los sueños...sueños son.


Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.


Con este precioso fragmento del soliloquio más famoso de la lengua española, comienzo esta entrada y es que hoy vengo a hablaros de sueños. Hace tiempo que no me dedicaba a hacer reflexiones, es más, con lo liada que voy últimamente no pensaba si podría hacer una pronto, pero me organicé y al final he decidido que hoy tocaba una reflexión.

Siempre he sido muy soñadora, en ocasiones demasiado, tengo siempre cosas nuevas en la cabeza y proyectos a los que quiero dar vida, me encanta tener ideas, y disfruto de sobremanera dándoles vida. Es tanto que mis sueños a veces, se han llegado a convertir en auténticos comederos de cabeza, me han quitado el sueño e incluso la felicidad por mucho tiempo. Pero, miles de veces me he parado a pensar, cuando estaba mal, agobiada dándoles forma, luchando y golpeándome con muchos impedimentos que no me permitían conseguir mi propósito, y me he preguntado.... ¿Podría vivir sin soñar? La respuesta llegó clara a mi mente NO, un NO rotundo se dibujo en mis pensamientos, sonó como un tremendo gritó en la oscuridad. NO PUEDO VIVIR SIN SUEÑOS, sonaba en mi cabeza como un eco del silencio de mis pensamientos. Ciertamente me es imposible.

De entre todos mis sueños, han destacado siempre tres que sinceramente son para mí los más importantes, no voy a nombrarlos porque creo que es algo demasiado personal, o al menos no voy a mencionarlos todos, uno de ellos, que por cierto se ha cumplido, si lo voy a mencionar. Estos tres deseos me han hecho ser como soy, hacer las cosas que he hecho y pensar como pienso ahora mismo. He llorado, he reído intentando hacerlos realidad, y solo uno de ellos ha sido por fin verdad. Ese es haber publicado mi primer libro, como cualquier escritor o persona a la que le fascine la escritura, el mayor sueño que se tiene es el de ver su libro publicado. Gracias a la ayuda de mi madre y de una editorial de autoedición (podéis ver aquí la entrada que les dedico) he podido hacer realidad ese sueño. Ahora éste se ha transformado en otro, algo más ambicioso pero que poco a poco voy intentando conseguir aunque se me ponen muchas trabas en el camino. Quiero llegar a publicar todas mis historias, quiero que se me reconozca como escritora y sobretodo quiero poder vivir de ello, poder dedicarme cien por cien a la escritura, no tener que preocuparme de nada más que de escribir y tener buenas ideas que contar, así, solo así seguro que la realización de los otros tres deseos se podrá acelerar.

Pero no todo es tan bonito, ahora todo está en mi contra y llevo casi todo este mes sin poder escribir, se me ha impuesto algo que no esperaba y que me consume por completo, a penas tengo tiempo de escribir una entrada en este blog, y con suerte llevar mis lecturas de editoriales al día, algo que me ha sido imposible durante este mes. Me siento derrotado, agobiada, como si me hubieran cortado las alas y fuera un pequeño pajarito que únicamente quiere echar a volar. Mi mente sigue teniendo ideas, sigue constantemente preparando proyectos que debo cancelar o posponer indefinidamente porque no puedo continuar con todo lo que tengo encima. Estoy agotada de no poder soñar, de no poder caminar hacia mis sueños, de que soñar sea un suplicio al despertar y ver que no puedo conseguirlos a este ritmo. Sé que quien lea este fragmento no podrá ayudarme, creo que nadie puede hacerlo, y quien puede no tendrá el buen sentido de hacerlo, pero igualmente, si estáis sobre estas líneas, debo deciros que no dejéis de soñar, no dejéis de luchar y mucho menos no dejéis que alguien consiga que soñar sea vuestro peor enemigo. Sed libres, luchad, luchad con uñas y dientes por conseguir lo que queréis y no dejéis que os corten las alas, porque aunque crezcan, pueden hacer que el pajarillo muera de pena.

2 comentarios :

  1. Yo tambien me concidero una soñadora.Una entrada muy linda y me gusto mucho la frase del principio.
    Vengo de asociacion blogger ya te sigo.
    Besos

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  2. Yo de verdad espero que nunca dejes de soñar, por más trabas que te pongan en el camino. Como se suele decir, soñar es gratis, y necesario, así que sigue haciéndolo. Llegará un momento en que puedas echar a volar de nuevo, estoy segura ;)

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